Soñar no cuesta nada#
Ese momento en el que volvés a sentirlo, que sí podés hacer un cambio, que sí pueden cambiar al mundo. Incluso aunque todos digan que no, incluso aunque digan que todavía sos chico. Uno nunca es chico para tener ideas y querer transmitirlas al mundo, uno nunca es chico para sentarse a soñar, para tratar de llegar al corazón de otros tal como otros han llegado al tuyo.
Y habrán caminos muy distintos, y nos separaremos hasta ya no ver ningún rastro, y sentiremos que todo se ha perdido o que el tiempo nos ha vencido. Pero incluso en ese momento, buscaremos en lo más profundo de nuestros corazones la respuesta y el rumbo a nuestro reencuentro.
En alguna tarde del 2015…